El médico del califa
Averroes o el equilibrio
José M. Carrera
160 páginas
“Algo en la carne de Averroes, cuyos antepasados procedían de los desiertos árabes, agradecía la constancia del agua” (Jorge Luis Borges, “En busca de Averroes", El aleph).
Ibn Rushd, latinizado como Averroes, desterrado en el pueblo cordobés de Lucena, narra su vida. Ha sido jurista, médico del califa, astrónomo y filósofo. Ha vivido mucho y ahora en su vejez reflexiona sobre el pasado. Ha traducido del griego a Aristóteles y escrito unos extensos Comentarios sobre su obra, que pasarán a la Europa cristiana traducidos al latín y el hebreo.
Fue uno de los más grandes filósofos de la Edad Media,
José M. Carrera (Navarcles, Barcelona, 1937) es doctor en Medicina y Cirugía así como especialista en Obstetricia y Ginecología. Durante casi 40 años dirigió el Servício de Obstetricia y Medicina Perinatal del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona. Fundó y fue secretario general de la International Academy of Perinatal Medicine. Es doctor honoris causa de las universidades de Coimbra, Buenos Aires y Montevideo, y miembro de honor de numerosas sociedades nacionales e internacionales de Obstetricia y Medicina Perinatal. En 1996 fundó la ONG Matres Mundi. Ha publicado numerosos libros, entre ellos Memorias de un ginecólogo (Edhasa, 2017), Medicina deshumanizada. Por una sanidad con rostro humano (Laetoli, 2019) y El médico de la reina. Arnau de Vilanova o la tenacidad (Laetoli, 2020), primera parte de la trilogía El arte de curar.
Sobre El médico de la reina:
"La historia que narra Carrera, un prestigioso médico especialista en obstetricia y ginecología, que hace honor a la tradición de médicos que cultivaron con rigor y buen estilo literario la narrativa y la historia, como Gregorio Marañón, Luis Martín Santos o Carlos Castilla del Pino, permite apreciar bien la interrelación entre medicina, religión-teología y política que ocupó la mayor parte de la biografía de Arnau" (José Manuel Sánchez Ron, El Cultural).
“Contagiado por la paz que se respiraba, me atreví a preguntarle cómo entendía el llamado arte de curar.
—Maestro, ¿cómo debe ser el médico ideal?
—Mi buen Gunderic, tu pregunta no es fácil de contestar. Ya me gustaría a mí acercarme a lo que creo que debe ser el médico ideal. Lo ideal es que el médico destaque no sólo por sus conocimientos teóricos, sino especialmente por su experiencia en el arte de curar. Y que tenga un carácter excelente que le permita empatizar con sus pacientes. Ten en cuenta que muchas veces el médico no cura por lo que receta, sino por lo que dice y por la forma en que lo dice”. (De El médico de la reina)