Carta de Trasíbulo a Leucipa
Editado en colaboración con el Museo de la Ilustración (MuVIM) de la Diputación de Valencia.
Colección Los ilustrados, 28
196 páginas
Traducción de Bernat Castany Prado
Epílogos de Gianluca Mori y Natalia L. Zorrilla
Como escribe el profesor italiano Gianluca Mori en su epílogo, esta Carta de Trasíbulo a Leucipa, anónima durante tanto tiempo y ahora atribuida a Nicolas Fréret, ocupa un lugar de primer orden en la literatura clandestina del siglo XVIII "tanto por su compromiso filosófico radical y por la riqueza de su documentación histórica como por la sutileza literaria y antropológica de sus observaciones sobre el significado de la experiencia religiosa". El responsable de la edición moderna de esta obra, el filósofo Sergio Landucci, afirma que "de todos los manuscritos clandestinos del siglo XVIII francés, la Carta de Trasíbulo a Leucipa es, sin duda, el más sustancioso desde el punto de vista filosófico".
"Mucho antes del Sistema de la naturaleza del barón de Holbach, que coronará en 1770 varios decenios de actividad subterránea, el ateísmo conoce una difusión, discreta pero real, que atraviesa la cultura de la Ilustración y ha dejado en nuestros archivos rastros palpables de su paso [...]. El radicalismo (innegable) de los ateos clandestinos franceses es sobre todo filosófico: su objeto polémico está constituido por los dogmas teológicos del cristianismo" (Gianluca Mori).
"Sin duda ya vamos con retraso en el homenaje que Zenda
—tan dispuesta siempre a reconocer el esfuerzo editorial— debe a una colección cuyos años de presencia en los anaqueles de las librerías necesita de dos dígitos para expresarse. Nos referimos a Los Ilustrados, de la pequeña pero empeñosa editorial navarra Laetoli, que desde 2008 ha sacado, si no llevamos mal la cuenta, 19 títulos [ya son 27], a cuál más interesante.
La colección reúne, como su nombre indica, textos de autores identificados con ese movimiento filosófico que, mediante el uso de la razón, pretendía disipar las tinieblas de la ignorancia y sacar al ser humano de su minoría de edad (Kant dixit). Pero hay ilustrados e ilustrados. Los que selecciona Laetoli no son afables profesores como el paseante de Könisberg, o pulidos hidalgos tal cual nuestro Jovellanos, no... Estos muerden.
[...] Nuestro agradecimiento sin límites, pues, a la editorial Laetoli. Porque publicar estos libros no es sino un asunto de beneficencia, de salud pública".
(Ulises Adrados, "Los Ilustrados, editorial Laetoli", Zenda).
Nicolas Fréret (París, 1688-1749) fue uno de los eruditos franceses más cultos de su época. Próximo al regente Felipe de Orleáns, preceptor en casa del duque de Noailles, más tarde secretario perpetuo de la Académie des Inscriptions et Belles Lettres, fue un historiador de las religiones y uno de los primeros sinólogos occidentales. Se interesó por las mitologías antiguas y la escritura china y publicó sus escritos en el boletín de la Academia. A causa de un discurso sobre el origen de los francos, fue denunciado por difamador de la monarquía y pasó seis meses en la Bastilla (1714-1715). Pero Fréret era, asimismo, un hombre independiente, un pensador libre. Lo que no era posible publicar con su nombre se difundíó en manuscritos clandestinos, buscados con avidez por los lectores interesados. Así sucedió con esta Carta de Trasíbulo a Leucipa, que permaneció inédita hasta que, casi 15 años después de la muerte de su presunto autor, Holbach la hizo imprimir en Ámsterdam en la imprenta de su editor Marc-Michel Rey (1765). La comparación entre el contenido y estilo de la Carta y los escritos eruditos publicados por Fréret en vida llevan a la conclusión de que este es el autor indudable de la Carta.
Fréret imagina a dos personajes de ficción que viven en el siglo I en un área apartada del Imperio romano. Quien escribe esta extensa carta que es el libro es Trasíbulo. A lo largo de él libro trata de convencer a su amiga Leucipa de que no se deje arrastrar por esa religión que se estaba poniendo entonces de moda, el cristianismo, y le da toda una serie de argumentos muy razonados no sólo sobre su falsedad, sino sobre la falsedad de todas las religiones y de la idea de Dios. Holbach seguiría este modelo en sus Cartas a Eugenia, publicadas en esta misma colección.
Gianluca Mori (1960) es profesor de Historia de la filosofía moderna en la Universidad del Piamonte Oriental, Italia. Ha publicado varios libros, entre ellos Bayle philosophe (Champion, 1999), Philosophes sans Dieu, en colaboración con A. Mothu (Champion, 2005) y L’ateismo dei moderni. Filosofia e negazione di Dio da Spinoza a d’Holbach (Carocci, 2016).
Natalia L. Zorrilla (Buenos Aires, 1987) es doctora en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Se dedica al estudio del ateísmo, el movimiento ilustrado y la obra de las mujeres filósofas de la modernidad. Es secretaria de redacción de la revista Siglo Dieciocho y autora de Sade (Galerna, 2022).
Bernat Castany Prado (Barcelona, 1977), traductor del libro, es profesor de Literatura Hispanoamericana y Estudios Literarios en la Universidad de Barcelona. Es autor de varios libros, como Que nada se sabe. El escepticismo en la obra de Jorge Luis Borges. En 2021 ha quedado finalista del Premio Anagrama de Ensayo con el libro Una filosofía del miedo. Colabora regularmente en El País y otros medios. Es colaborador habitual de esta colección.