Contribución sobre la Revolución francesa
Colección Los ilustrados, 31
Dirigida por Bernat Castany Prado
342 páginas
Traducción de María Jimena Solé
Epílogo de Faustino Oncina Coves
"Revolucionario confeso" para el duque Carlos Augusto de Sajonia, "enemigo del trono y del altar" para sus adversarios reaccionarios, "ateo" para muchos de sus colegas hostiles, "masón", "demócrata", todo ello es Johann Gottlieb Fichte. Esta Contribución sobre la Revolución francesa está escrita contra los "sofistas de Alemania", los contrailustrados y retrógrados en la estela conservadora germana de Edmund Burke. La Revolución francesa va a la par de la Revolución filosófica, primero kantiana y después fichteana. La causa revolucionaria es, en el fondo, la causa de la filosofía.
"Contra el primer mal, contra los prejuicios y la apatía de espíritu, hay un remedio: la instrucción y la ayuda amistosa. Quisiera ser un amigo para quienes lo requieran y no tengan cerca ninguno mejor. Ese es el motivo que me llevó a escribir estas páginas" (J. G. Fichte).
"Fichte, en la etapa en que se incubó el escrito aquí traducido y en la que abrazó eufóricamente la causa ilustrada y revolucionaria, no cejó nunca en su empeño de rectificar juicios infundados de ancestros o coetáneos e incluso de autocorregir sus errores. Pocos como él sometieron la propia cosecha a una revisión tan constante como implacable, puliendo su estilo y desbastando su pensamiento sin darse tregua" (del epílogo de Faustino Oncina).
"Quizás el capítulo más importante de este libro sea el tercero, que lleva el título '¿Es el derecho a modificar la constitución alienable mediante el contrato de todos con todos?'. Fichte responde alegando que un contrato no es vinculante eternamente. Los individuos aún tienen la opción de derogar el contrato original [...]. Es una reflexión con aplicaciones interesantes en la España actual. Hace más de cuarenta años se formó un nuevo contrato social. Bajo ese contrato, España sería una monarquía parlamentaria. En vista de que se procedía de un momento en el que un dictador gobernaba sin consideración de contratos sociales (el ser “caudillo de España por la gracia de Dios” no contempla ninguna de esas linduras), acceder al contrato bajo aquellas condiciones monárquicas era bastante prudente, pues era necesaria una transición para apaciguar a muchos trogloditas. Pero pasados ya casi cincuenta años, llega el momento de preguntarse si esa transición es ya caduca. Hoy en España muchos se plantean una nueva forma de Estado, posiblemente ya sin un rey. Tal como Fichte lo deja entrever en Contribución sobre la Revolución Francesa, es razonable pensar que el contrato firmado hace más de cuatro décadas no es indisoluble, y si una mayoría opta por salirse de ese contrato original para conformar uno nuevo, tendría legitimidad en ese cometido" (Gabriel Andrade, Zenda).
Johann Gottlieb Fichte (Rammenau, 1762-Berlín, 1814), continuador de Kant y anticipador de Schelling y Hegel, es uno de los fundadores del idealismo alemán. Estudió teología en Jena y Leipzig con el fin de hacerse pastor, y trabajó como preceptor. En Zúrich conoció a Johanna Rahn, con la que se casó y tuvo un hijo. En 1791 marchó a Königsberg para conocer a Kant, cuyo pensamiento le había deslumbrado. Allí escribió el Ensayo de una crítica de toda revelación, que se publicó anónimamente y que muchos creyeron obra del propio Kant. Fascinado por la Revolución francesa, escribió la Contribución para rectificar el juicio del público sobre la Revolución francesa (1793), que ofrecemos aquí en traducción de María Jimena Solé y con epílogo de Faustino Oncina Coves. Desde 1794 a 1799 ocupó una cátedra en la Universidad de Jena, donde expuso su sistema filosófico en diferentes cursos y publicó, entre otros, su Fundamento de toda la Doctrina de la Ciencia y Algunas lecciones sobre el destino del sabio. Luego de ser acusado de ateísmo, se marchó a Berlín. Continuó impartiendo cursos privados y reformulando su sistema. En 1806, cuando Napoleón ocupó la ciudad, escribió los Discursos a la nación alemana y en 1810 colaboró con los hermanos Humboldt en la fundación de la Universidad de Berlín, de la que fue el primer rector.
María Jimena Solé, traductora del libro, es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y profesora del Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires. Es autora de varios libros, entre ellos Fichte en las Américas (2021).
Faustino Oncina Coves ha sido investigador en el Instituto de Filosofía del CSIC de Madrid y en varias universidades alemanas y en la actualidad es catedrático en la Universitad de Valencia. Autor de más de una docena de libros, su último título es ¿Tiene porvenir el futuro? (2022).
"Sin duda ya vamos con retraso en el homenaje que Zenda —tan dispuesta siempre a reconocer el esfuerzo editorial— debe a una colección cuyos años de presencia en los anaqueles de las librerías necesita de dos dígitos para expresarse. Nos referimos a Los Ilustrados, de la pequeña pero empeñosa editorial navarra Laetoli, que desde 2008 ha sacado, si no llevamos mal la cuenta, 19 títulos [ya son 30], a cuál más interesante.
La colección reúne, como su nombre indica, textos de autores identificados con ese movimiento filosófico que, mediante el uso de la razón, pretendía disipar las tinieblas de la ignorancia y sacar al ser humano de su minoría de edad (Kant dixit). Pero hay ilustrados e ilustrados. Los que selecciona Laetoli no son afables profesores como el paseante de Könisberg, o pulidos hidalgos tal cual nuestro Jovellanos, no... Estos muerden. [...] Nuestro agradecimiento sin límites, pues, a la editorial Laetoli. Porque publicar estos libros no es sino un asunto de beneficencia, de salud pública". (Ulises Adrados, "Los Ilustrados, editorial Laetoli", Zenda).