Memoria contra la religión


29,00 € (IVA incluído)

ISBN : ISBN 9788492422166

Memoria contra la religión

Jean Meslier

 

Colección Los ilustrados, 3
726 páginas

Traducción de Javier Mina
Epílogo de Julio Seoane Pinilla


"Meslier lanza sus invectivas contra la Iglesia, la religión, Jesús, Dios, y también contra la aristocracia, la monarquía, el Antiguo Régimen; denuncia con violencia inaudita la injusticia social, el pensamiento idealista, la moral cristiana del dolor, y profesa al mismo tiempo un comunalismo anarquista, una filosofía materialista auténtica e inaugural y un ateísmo hedonista de sorprendente actualidad. Por primera vez en la historia de las ideas, un filósofo —¿cuándo será reconocido?— dedica una obra al ateísmo: lo profesa, lo demuestra, lo argumenta, lo cita, forma parte de sus lecturas y reflexiones, pero se apoya igualmente en sus comentarios sobre la situación del mundo [...]. Así comienza la verdadera historia del ateísmo..." (Michel Onfray, Los ultras de las Luces).

 

"Voltaire predicaba tolerancia y la libertad de religión. Hizo un recuento de las mentiras que precedieron a los crímenes [de la Iglesia católica], pero no quiso (por prudencia) escribir una historia completa. Tampoco lo hicieron otros grandes ateos de su tiempo, aunque algo se esbozó en la Enciclopedia que dirigió Diderot, y en libros de los grandes ilustrados franceses, que van llegando a España de la mano de la editorial Laetoli, como todo Holbach y la imponente Memoria contra la religión de Jean Meslier" (Juan G. Bedoya, El País).

 

"La Editorial Laetoli está llenando un gran hueco en la historia del mundo hispano al publicar muchas obras de la Ilustración, en particular su franja radical, la encabezada por los redactores de la Enciclopedia, como Diderot, Holbach, Helvétius, La Mettrie, Meslier y otros autores de miles de textos prohibidos o aun incinerados por los custodios del antiguo régimen, que muy pronto sería víctima de la invención del doctor Guillotin.  Ese potente movimiento de nuevas ideas, que ahora atraviesa los Pirineos con casi tres siglos de retardo, fue 'el que más contribuyó a conformar los valores sociales y culturales básicos de la era post-cristiana', como escribe uno de los máximos expertos en ese movimiento (Jonathan Israel, Una revolución de la mente, [Laetoli]). Él mismo agrega que ese tipo de pensamiento 'también se ha convertido en la principal esperanza e inspiración de numerosos humanistas, igualitarios y defensores de los derechos humanos asediados y hostigados' en una época en que resurgen el fanatismo, la opresión y el prejuicio" (Mario Bunge, Perfil, artículo completo aquí).

 

Jean Meslier (1664-1729) nació en Mazerny, en las Ardenas, y durante casi toda su vida fue cura de los pueblecitos de Étrépigny y Balaives, en Champaña. Poco después de su muerte se encontraron tres copias de un grueso manuscrito dirigido a sus antiguos feligreses, donde mostraba un ateísmo, un materialismo y un igualitarismo radicales. Aislado de los círculos intelectuales y dueño de pocos libros, pero escogidos (especialmente de Montaigne), la originalidad de su obra es sorprendente. Y su virulencia, inaudita. Las copias del manuscrito —escrito entre 1723 y 1729— circularon como la pólvora entre los medios ilustrados, y en 1762 Voltaire publicó una antología bastante edulcorada bajo el título de Testamento. El barón de Holbach, muy influenciado por Meslier, publicó un resumen de su Sistema de la naturaleza bajo el título de El sentido común del cura Meslier. La influencia de su obra en los medios ilustrados fue enorme, pues Voltaire la convirtió en un mito, "un mito como lo fue la Enciclopedia", según el autor del epílogo, Julio Seoane. "Meslier debería estar en las manos de todos", escribió Voltaire. Desde luego, la impresión que Meslier dejó en el autor de Cándido fue abrumadora.

 

Ésta es la primera traducción íntegra al castellano de la Memoria contra la religión de Meslier.

"Pero como sé que, en cuanto aparezca este escrito (que voy a confiar, antes de morir, al escribano de vuestras parroquias para que os lo comunique inmediatamente después de mi muerte), va a suscitar y atraer contra mí la cólera e indignación de los sacerdotes y tiranos, que me perseguirán y me tratarán lo más indigna e injuriosamente que puedan con el fin de vengarse, me veo en la obligación de protestar de antemano contra todos los procedimientos injuriosos que incoarán injustamente contra mí por este escrito después de que haya muerto.
Por todo ello, declaro que, desde este mismo instante, apelo, acogiéndome al derecho de amparo, al tribunal de la recta razón, al tribunal de la justicia y la equidad natural, en presencia de todas las personas sabias e ilustradas dotadas de integridad, porque sé que dejarán de lado todas las pasiones, las prevenciones y todos los prejuicios que pudiesen ser contrarios a la justicia y la verdad.
Y recuso como jueces de esta causa a los ignorantes, los meapilas, los aduladores, los hipócritas y, en general, a todos cuantos están interesados, de la manera que fuere, en mantener y conservar las vanas y delirantes supersticiones del culto religioso a los ídolos y a las falsas divinidades, o que estén interesados, de la manera que fuese, en la conservación y mantenimiento del poder y el gobierno tiránico de los ricos y poderosos de la Tierra" (Jean Meslier).

 

«El autor de Memoria contra la religión —Laetoli publica ahora la primera edición íntegra del texto en castellano— fue considerado por los pensadores del siglo XVIII como un revolucionario y entró en los libros de Historia como el padre del ateísmo» (Guillaume Fourmont, Público)

 

"Bermudo sostiene que Meslier veía 'excesivo dolor y miseria en nombre de Dios para no rebelarse de forma absoluta contra su existencia' y, en ese sentido, entiende que su deber es demostrar la no existencia de Dios" (EFE, Terra)

 

"Devastadora Memoria contra la religión" (Manuel Rodríguez Rivero, El País, Babelia).

 

"Rescata la editorial Laetoli el texto pionero de Jean Meslier, sacerdote católico que en 1729 osó decir que la religión era una impostura. Su Memoria contra la religión debería ser, con Holbach y otros pensadores, lectura obligatoria especialmente en los centros concertados" (Javier Armentia, Diario de Noticias)

 

Los ilustrados radicales "trazaron las coordenadas de una filosofía de vanguardia que cuesta imaginar no sólo en su tiempo, sino también en el nuestro. Su modernidad explica quizá por qué perdieron la batalla histórica. Pero tal vez ganaron con esa derrota, ya que sus textos quedaron a la espera de que generaciones futuras los encontraran. Y ahora es buen momento: la Editorial Laetoli reúne en una colección todo el brío de su pensamiento" (Gonzalo Muñoz, Filosofía Hoy)

 

"Como no podía ser de otra forma, Memoria contra la religión es un libro póstumo, un polvorín que Meslier sabiamente dejó preparado para que explotara cuando él estuviera fuera del alcance de la Iglesia. Al morir, en su escritorio, se encontró a la bestia negra, un ensayo de más de 500 páginas que no eran otra cosa que una embestida sin precedentes contra Dios, la Religión, la Iglesia y las estructuras de poder con las que ella estaba aliada. Más de 90 capítulos en los que se niega rotundamente la existencia de Dios, se sacan a la luz las contradicciones internas de la Religión, se afirma la falsedad de las sagradas escrituras, se denuncia el perverso matrimonio entre Iglesia y Estado y se acusa a la moral cristiana de no ser otra cosa que una forma de vivir que va en contra de la vida misma, de sus instintos, fuerzas y energías —cómo se puede ver, algo une a este cura ateo con el Nietzsche que vendrá—" (Gonzalo Muñoz, Tarántula)

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«La editorial Laetoli está llenando un gran hueco en la historia del mundo hispano al publicar muchas obras de la Ilustración, en particular su franja radical»

Mario Bunge

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